Dormir bien para vivir mejor
«Un día bien vivido es la clave para una buena noche de sueño»
– Leonardo da Vinci –
Los seres humanos pasamos un tercio de nuestras vidas dormidos, ¡lo que se convierte aproximadamente en 25 años!. Puede parecer mucho, pero nosotros, no sólo dormimos para aliviar el cansancio y ahorrar energía. En realidad, no solo es eso; durante el sueño hay procesos indispensables que nos permiten continuar vivos.
En esta actualidad gobernada por la tecnología, parece ser que, las series de Netflix y redes sociales, entre las “culpables” más frecuentes, son el motivo constante de continuar aplazando la hora de acostarnos. Cualquier actividad parece más importante que retirarse a la cama a una hora prudente. ¿Y entonces me queda la duda, si realmente todos somos conscientes de la importancia del sueño?
Todos los seres vivos tenemos un reloj interno, que regula nuestro comportamiento y estado fisiológico durante el ciclo diario de 24 horas, en parte mediante la liberación de hormonas.
“Si sacamos un cangrejo del mar y lo encerramos en una cueva a miles de kilómetros de distancia seguirá corriendo hacia un lado a la hora que sube la marea en su playa de origen y hacia el otro lado a la hora que el mar se retira. Con el tiempo, lo hará un poco más tarde o un poco antes, hasta que llega un momento en el que se desincroniza completamente. El reloj interno es muy preciso, pero depende de los estímulos adecuados para mantenerse sincronizado.”Lo mismo ocurre con nosotros.
Dormir es una actividad fisiológica muy sensible, debemos cuidar eventos que puedan perturbarlo. Denominamos a la Higiene del sueño como el control de “todos los factores conductuales y ambientales que preceden el sueño y que pueden interferir con él.”
Estos son los diez mandamientos de la higiene del sueño para adultos, creados por la World Sleep Society:
- Establecer un horario regular para irse a dormir y despertarse.
- Si tiene la costumbre de tomar siestas, no exceder los 45 minutos de sueño diurno.
- Evitar la ingestión excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarse, y no fumar.
- Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse. Esto incluye café, té y muchos refrescos, así como chocolate.
- Evitar los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarse. Un refrigerio ligero antes de acostarse es aceptable.
- Hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarse.
- Usar ropa de cama cómoda y acogedora.
- Encontrar una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantener la habitación bien ventilada.
- Bloquee todo el ruido que distrae y elimine la mayor cantidad de luz posible.
- Reserve su cama para dormir, evitando su uso para el trabajo o la recreación general.
Dormir bien es fundamental, nos permite vivir más y mejor, estos consejos de la higiene del sueño pueden facilitarnos conseguir una rutina del sueño saludable.
Dra. Julizza Sánchez Armijos
drajulizzasanchezarmijos@gmail.com
Santa Rosa 2026 e. Bolívar y Pichincha, Centro Médico Cristo Rey. Consultorio Médico #8.